METROID, nunca la soledad fue tan adictiva.
Si os dijese que soy seguidor de la mítica saga Metroid desde sus orígenes en 1986 os estaría engañando. En aquellos años yo andaba la mar de entusiasmado disfrutando con mi flamante ZX Spectrum y sus tropecientos mil juegos que albergaba tal soporte.
De hecho, se puede decir que cuando Metroid se publico para Nintendo, yo me encontraba disfrutando de una línea “paralela” a las aventuras de la valiente Samus Aran.
Con una línea paralela, me estoy refiriendo a “The Sacred Armour of Antiriad”, sensacional videojuego programado por Palace Software y lanzado para el mercado de los ordenadores personales de 8 bits, que estaría encuadrado en el genero de aventuras, con altas dosis de plataformas y acción, de una calidad gráfica sobresaliente y con una ajustadísima dificultad, algo realmente atípico en aquellos años en los que los juegos eran famosos por su excesiva dificultad mal definida y que en ocasiones hacía que fuesen completamente injugables. De modo que Antiriad podría considerarse como un videojuego adelantado a su tiempo.
La historia de Antiriad cuenta que un joven llamado Tal, vivía en armonía y libertad junto a su pacífica tribu, hasta que unos seres denominados “invasores alienígenas” invadieron la tierra y se hicieron con el control de la misma, de modo que la única esperanza era que Tal se colocase la antigua Armadura Sagrada de Antiriad y con ella, accediese al centro neurálgico de los invasores con el fin de detonar una bomba para, de una vez por todas, terminar con su régimen de maldad.
Vista esta introducción, podríamos encontrar ciertas similitudes entre Metroid y Antiriad, en los denominados “invasores alienígenas”, que vendrían a ser una especie de “piratas espaciales”, similitudes algo difusas, que se aclaraban al iniciar la aventura, momento en el que ya podíamos encontrar el verdadero parecido entre este juego y la creación de Nintendo. En primer lugar, la armadura de Tal era realmente similar a la creación de los Chozo y para hacernos con ella, debíamos obtener previamente un objeto que se encontraba oculto en alguna zona del escenario y una vez en nuestro poder, había que buscarle unos upgrades, sin los cuales era imposible progresar en la aventura, ¿No os suena eso de Metroid?
Lo más curioso de todo es que ambos juegos se publicaron en 1986 para soportes completamente distintos, de modo que difícilmente podíamos estar hablando de plagio. Por eso mismo os comentaba lo de un paralelismo entre juegos de procedencias completamente diferentes. Vamos, una especie de “La Vida de Brian” en el universo de los videojuegos.
Pues bien, en aquellos años con mis once primaveras, únicamente tenía ojos para mi Spectrum y la palabra Metroid era totalmente desconocida para mi, hasta que 8 años más tarde, en pleno apogeo de los 16 bits, me sentí atraído por la portada de un videojuego que contaba con la extraordinaria capacidad de 24 megas y presumía de ser el cartucho de mayor capacidad hasta la fecha. El caso es que, a pesar del alto precio del juego, una extraña atracción realmente hipnótica me hizo adquirirlo, y al ponerlo por primera vez en mi querida Super Nintendo, descubrí un extraordinario universo en el que un solitario caza-recompensas al puro estilo de mi querido Bobba Fett, debía recuperar una larva de Metroid que había sido robada por piratas espaciales, adentrándose en el imaginativo universo del planeta Zebes.
Fue en ese momento cuando me vino una especie de deja vú que me hizo recordar el juego que os he citado anteriormente “The Sacred Armour of Antiriad” y por ello os hablé de mis experiencias paralelas a Metroid.
Como nota curiosa también os diré que no tenía ni idea de que ese solitario caza-recompensas que tanto me llamó la atención en la portada de Super Metroid, acabó siendo una chica y además, realmente atractiva.
A partir de ese momento, como todo gran aficionado de Nintendo, esperé con ansias la llegada de nuevas aventuras de Samus Aran, espera completamente desesperante, ya que en los años siguientes, a pesar de que Nintendo 64 se encargó de recuperar iconos clásicos de Nintendo con un éxito sobresaliente, no se llegó a publicar ni un solo juego de la serie Metroid, teniéndonos que esperar hasta la llegada del año 2003 para que, con Gamecube, nos brindasen una de las mejores aventuras de la historia de los videojuegos; Metroid Prime.
Retro Studios fue la compañía que aceptó el desafío de trasladar toda la magia de la saga Metroid a una nueva era, en la que los polígonos se habían impuesto plenamente a los píxeles, reto realmente complejo, sobre todo después de ver los tremendos engendros en 3D realizados en sagas como Castlevania, Oddword, Pitfall o Earthworm Jim entre muchas otras. Pero Nintendo, como en años anteriores, jugaba en otra liga y lo que hacía, lo hacía realmente bien.
A pesar de ello, las esperanzas hacia el juego antes de su salida eran realmente pequeñas, sobre todo después de que se mostrasen imágenes “in game” en las que se podía ver que el juego había pasado a ser una especie de shooter en primera persona, algo duramente criticado por todos los seguidores de la saga…..pero la cosa cambió, cuando el juego salió a la luz.
Las revistas especializadas de la prensa escrita y publicaciones online no tenían más que halagos para lo que definían como la aventura en primera persona más cuidada y divertida de la historia de los videojuegos, que además mantenía al 100% el espíritu de Super Metroid, el más famoso hasta aquella fecha, algo realmente difícil, sobre todo tratándose de un juego cuya perspectiva en primera persona difícilmente podría emular todas las acciones realizadas por la bella Samus Aran en su juego anterior. Y vaya si lo consiguió!, logrando incluso superarle en muchos aspectos, creando en el jugador unas sensaciones no experimentadas hasta aquel momento, ¡vivir la aventura desde los mismos ojos de Samus! un verdadero regalo para todos los fieles seguidores de la saga.
Metroid prime se encuadraba cronológicamente entre el Metroid original de la Nes y Metroid II “The Return of Samus” programado para Gameboy, y nos contaba las aventuras de Samus Aran en el planeta Tallon IV, en el que debía resolver el misterio de una sustancia desconocida que con la ayuda de los piratas espaciales, había causado la devastación completa del planeta.
Gracias al gran éxito esperado de Metroid Prime, se programó paralelamente un título de la saga en 2D para Gameboy Advance, al más puro estilo Super Metroid. De hecho era una secuela del título de Super Nintendo, llamada Metroid Fusion, en la que Samus Aran había sido infectada por una especie de virus llamado X, sustancia realmente peligrosa cuyos únicos depredadores naturales eran los Metroids. El juego era bastante más lineal que el laberíntico Super Metroid, sin embargo seguía siendo igual de divertido, y con independencia del gran Metroid Prime, los seguidores de la saga agradecimos ver de nuevo un Metroid clásico en 2D.
Debido al gran éxito de éste, poco después se publicó un segundo título de extraordinaria calidad que venía a ser como un Remake del primer Metroid de Nintendo llamado Metroid Zero Misión. cuyas novedades y desenlace hacían de éste, un juego completamente único que ningún seguidor de la saga debía perderse.
Mientras que la portátil de Nintendo enriquecía su catálogo con estas dos joyas, Retro Studios volvió a sorprendernos con una más que digna secuela de la serie Prime, su nombre fue “Metroid Prime Echoes”. Echoes se ambientó en un nuevo planeta llamado Ether en el que Samus debía transportarse a través de dos diferentes dimensiones, la de la luz y la de la oscuridad para salvarlo de ésta última, con el consecuente cambio en el diseño de los escenarios, más oscuros y tenebrosos, lo que le daba una mayor profundidad al juego, así como una mayor dificultad. También se incluyó un modo multijugador que, para que engañarnos, no sobresalía por su originalidad. Sin embargo, este apartado no empañó ni lo más mínimo el titánico trabajo llevado a cabo por los integrantes de Retro Studios. Echoes fue el último título de la saga publicado para Gamecube y tuvimos que esperar al nacimiento del nuevo soporte de Nintendo, la afamada Wii, para poder disfrutar del extraordinario desenlace de la saga Prime.
Este nuevo juego se llamó “Metroid Prime Corruption” y fue un verdadero soplo de aire fresco entre tantos insulsos y ridículos juegos realizados para Wii, eminentemente dirigidos hacia un publico casual, realmente poco exigente pero a su vez muy numeroso. Razón por la que los jugadores habituales nos sentimos realmente satisfechos ante la entrada del que, sin duda, fue uno de los mejores títulos, no solo de Wii, sino de los realizados durante ese año en cualquier plataforma de última generación. M.P.Corruption, supo adaptar su mecánica de juego con total maestría a la detección de movimiento ofrecida por Wii, haciendo del juego una gran experiencia virtual, de modo que si Metroid Prime y su secuela ya fueron juegos sobresalientes, esta última parte iba un paso más allá gracias a las novedades ya citadas y a una nueva original propuesta argumental de viajes entre planetas, algo más tendente a la acción que los dos primeros títulos, pero sin dejar de lado esa alma aventurera de búsqueda tan característica de cualquier Metroid. Esto, junto a otras muchas virtudes, hicieron que Metroid Prime Corruption se ganase el favor de la temible prensa especializada que llegó incluso a decir que los FPS habían llegado en Wii a un nuevo nivel de jugabilidad no visto en ningún soporte hasta la fecha. Lástima que, en la práctica, ninguna compañía haya sido capaz de programar juegos subjetivos para Wii del nivel de la última aventura de Samus desarrollada por Retro.
A partir de la publicación del tercer título, parecía que los creadores de Metroid iban a dejar la serie Prime definitivamente, aunque meses después, con la reedición de títulos de Gamecube para Wii, en la nueva serie “económica” New Play Control, todo hacía presagiar la aparición de los dos primeros capítulos adaptados a la nueva jugabilidad ofrecida en Corruption. Y así ocurrió en el país del sol naciente, sin embargo, para occidente, nos tenían preparada una sorpresa todavía mayor, “Metroid Prime Trilogy” que englobaba en un solo dvd 9 la trilogía completa, con un libreto de arte y una serie de interesantísimas de mejoras incluidas en 2 primeros juegos de la trilogía en una edición para coleccionistas, haciendo que jugar de nuevo a estos títulos fuese una aventura completamente distinta y mucho más satisfactoria y envolvente. Y lo más importante de todo, a un precio entre 40 y 50€ dependiendo del establecimiento.
En lo que a mi respecta, tuve ciertas dudas a la hora de decidirme por su compra, pues creo que en ocasiones nos dejamos llevar demasiado por la pasión y cuando nos gusta mucho un título, si nos lo vuelven a ofrecer en una nueva edición, con escasas o nulas mejoras tendemos a picar como ratas. Los años y la experiencia me han hecho ser mucho más selectivo a la hora de tomar tales decisiones, de modo que, a pesar de ser gran seguidor de la saga Metroid y de poseer los tres títulos de la saga, pensé que el desembolso económico en este producto estaba bastante fuera de lugar. Sin embargo había algo en mi interior que me decía lo contrario, de modo que me puse a indagar sobre análisis de revistas on-line, opiniones de foreros, y otro tipo de informaciones acerca de Metroid Prime Trilogy, estudiando meticulosamente las novedades que me iba a encontrar en este pack para decidir si finalmente valía la pena o no;
“Soporte para pantallas panorámicas y 480P, control adaptado a Wii, nueva pantalla de inicio, corrección de pequeños bugs que contenían las versiones originales, Metroid Prime incluye ahora mejores efectos de luz, Metroid Prime 2 no mejora los efectos de luz, ya que usaba otra técnica de renderizado, muchas texturas borrosas antiguas, han sido sustituidas por nuevas y mejores texturas, en general Prime y Prime 2 lucen mucho mas pulidos, La dificultad ha sido retocada, (es ligeramente mas fácil, sobre todo Echoes), se han añadido 2 niveles de dificultad, Normal y Veterano, siendo el veterano la dificultad clásica y el normal, bastante mas fácil, menores tiempos de carga, incluso en Corruption, las puertas se abren mucho mas rápido y los viajes en ascensor son mucho mas cortos, Sistema de logros repartido por todo el juego (Se pueden compartir medallas con los amigos), la versión americana con caja metálica, en la versión europea, regalan el Metroid original a los primeros 5000 que lo registren y ya hubieran registrado otro metroid de Cube o Wii antes, Galerías o trajes extras, son algunos de los premios que se pueden desbloquear, los jugadores que tengan una partida en la memoria de su consola de Metroid Prime 3: Corruption no podrán usar sus datos en Metroid Prime Trilogy, Aunque era lo logico, se confirma que es un disco de doble capa, que produce los mismos problemas que en su dia Super Smash Bros y otros juegos con disco de doble capa y por último, se mantienen 60 frames por segundo durante los tres juegos”
El mimo con el que han sido tratados estos títulos, esta fuera de toda duda, sin embargo, lo más representativo, en mi más humilde opinión, es todo aquello que he marcado con negrita.
Por un lado, jugar a Metroid Prime 1 y 2 en panorámico real, es todo un lujazo, por otro, jugar con el mando de Wii, lo convierte en una experiencia inmejorable y por último, y no menos importante, tener la opción de elegir entre disfrutar de la gran dificultad ofrecida en antaño o, por el contrario, hacer que estos juegos sean algo más sencillos y llevaderos a la vez que menos frustrantes, sin olvidar la reducción en los tiempos de carga, algo que siempre es de agradecer.
Todos estos puntos, os puedo asegurar que justifican plenamente la adquisición de esta verdadera joya de los videojuegos y os lo dice alguien que también tiene una PS3 con grandes juegazos que, en estos momentos, y hasta que me termine de nuevo la trilogía Metroid Prime, no dejan de coger polvo. (espéreme Sr Drake, que ya le pillaré).
No puedo más que corroborar la grandeza de un pack, que ha conseguido que me olvide de cualquier otro juego, hasta que consiga terminarlos de nuevo al 100%, mientras saboreo una tras otra, las exquisitas estancias extraterrestres de la saga, a los mandos de una Wii que nunca ha trabajado tanto como en estos días.