Mis experiencias con los FPS y MODERN WARFARE 2
¿Quien me iba a decir que me convertiría en un verdadero amante y buen conocedor de los juegos de acción en primera persona, comúnmente llamados First Person Shooters (FPS), después de tantos años renunciando a ellos?
Partamos de la base de que, con la salvedad de mi querido Speccy, yo siempre he sido jugador de consola y a pesar de tener un buen PC de sobremesa y un potente portátil, no suelo conectarlos para jugar, con la excepción de la saga Commandos y algunas aventuras gráficas que lo merecen, pero los FPS nunca han llegado a engancharme en PC, es más, hace poco agarré un teclado y un ratón para jugar al primer Call of Duty y no me sentí nada cómodo, puede que por la perrería de tener que adaptarme a su característico manejo o vete tu a saber, el caso es que he continuado siendo fiel a mi pad calibrado a sensibilidad máxima, que, honradamente, es con lo que mejor me desenvuelvo.
Mis primeros pinitos con los FPS tuvieron lugar en la década de los noventa con el sensacional Alien Trilogy y, como amante de la saga, puedo decir que, a pesar de mi torpeza inicial en este género, disfruté de lo lindo liquidando por doquier las cucarachas espaciales nacidas de la mente de H.G Giger, a través de un estupendo viaje por las tres primeras películas. Sin embargo, una vez finalicé el juego, los FPS pasaron para mí a un segundo plano, me mareaban, me aburrían y no me motivaban en absoluto.
Con el lanzamiento de la sensacional Nintendo 64 aparecieron grandes FPS, según críticas de aquellos años; Turok, Turok 2 o Quake son buenos ejemplos de ello, pero ninguno llegó a parecerme mínimamente interesante, hasta que con la llegada de una de las obras clave de Rare, el afamado Goldeneye, volví a dar una oportunidad al género.
En aquel año se publicaron grandes títulos para Nintendo 64 pero Goldeneye fue el que se llevó todas las alabanzas y como siempre he sido un gran seguidor del agente más famoso del Reino Unido, no dudé un solo instante en adquirir tan deseado cartucho.
Durante mis primeras impresiones, comprobé que se trataba de un gran título que seguía con gran fidelidad el argumento del film, pero su mecánica en primera persona seguía sin engancharme del todo, a pesar de que era consciente de su tremenda calidad.
Al igual que me ocurrió cuando jugué a Alien Trilogy, con Goldeneye (incluso en el modo normal) me las vi y me las desee para acabar con éxito la campaña principal, probablemente, mi inexperiencia y falta de pericia en este tipo de juegos, fuese uno de los motivos por los que no llegaba a reconciliarme con el género.
Fue con la salida de las consolas de 128 bits y con juegos como Medal of Honor, Call of Duty o el primer Killzone entre otros, el momento en el que comencé a sentirme realmente interesado por el género. En aquellos años, los FPS seguían siendo grandes retos a superar, debido a que la barra de vida no se regeneraba como viene ocurriendo actualmente con el 90% de los FPS del mercado actual y a pesar de la tremenda dificultad de obras como MOH Frontline, sobre todo en sus fases finales, juegos como este me hicieron experimentar unas sensaciones que ninguno otro en primera persona había logrado hasta la fecha.
Desde aquel momento, he sido seguidor de los FPS hasta el día de hoy en el que, gracias a las consolas de última generación, estos juegos han alcanzado unas cotas de realismo extraordinarias, ps3 y 360 con sus tremendos procesadores consiguen ofrecernos a una jugabilidad y una calidad gráfica, que nada tienen que envidiar a lo visto en los PCs actuales más potentes. No hay más que echar un vistazo a ejemplos como Killzone 2, Resistance 2 o uno de mis favoritos, Modern Warfare 2, para comprobarlo.
El caso es que ayer finalicé por segunda vez el modo campaña de este Modern Warfare 2 en la dificultad de veterano, después de haberlo terminado en curtido y solo puedo decir que los genios de Infinity Ward han sido capaces de hacerme vivir unas experiencias que pocos videojuegos han logrado hasta la fecha. Previamente a iniciar el modo campaña, exploté con un buen amigo, vía on-line, las sorprendentes operaciones especiales (también en modo Veterano) y fue tanto lo que disfrutamos con ellas que cuando las terminamos, tuvo lugar uno de los momentos más tristes que he vivido como jugador. Espero y deseo que otras compañías tomen nota de ese nuevo concepto jugable, pues el vínculo establecido entre los dos jugadores, la organización de estrategias y las risas echadas vía headset, no ha sido capaz de captarlo ninguna otra compañía rival hasta la fecha.
En estos momentos, únicamente me queda por iniciar el modo on-line competitivo y miedo me da, ya que por su culpa, puede que algunos de los juegos que todavía tengo pendientes de finalizar, sigan cogiendo polvo en mi estantería.
¿Quién me iba a decir a mí que después de tantos años y tantos géneros jugados, el primer juego en el que conseguiría el 100% de trofeos iba a ser un FPS?
Pero claro, no se trata de un FPS normal y corriente, estamos hablando del mejor Call of Duty sin ningún tipo de duda, hablamos del inigualable MODERN WARFARE 2.
Lestat de Lioncourt.
4 comentarios
Lestatlc -
Gracias por tu voto, eres muy amable, trataré de esforzarme por hacer una página cada vez mejor.
Un abrazo,
Lestat.
lestatlc -
Un abrazo y gracias por interesarte en el blog!!
Sally -
Bueno voy a seguir cotilleando tu blog un saludito!
marius -